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Viajar Perro En Avion

Viajar con Perro en Avión: Guía Completa y Actualizada para 2024

Descubre todos los requisitos, opciones y consejos para viajar con tu perro en avión de forma segura y sin estrés. Desde la documentación necesaria hasta las diferencias entre cabina y bodega, esta guía te prepara para tu próxima aventura con tu mejor amigo peludo.

Requisitos para viajar con tu perro en avión

Planificar un viaje en avión con tu perro puede parecer una tarea abrumadora, pero con la información correcta, se convierte en un proceso manejable y seguro. Las aerolíneas y los países de destino tienen normativas estrictas para garantizar el bienestar de los animales y la seguridad de todos los pasajeros. Antes de siquiera comprar un billete, es fundamental investigar y cumplir con cada uno de los requisitos. No se trata solo de papeleo; es una cuestión de responsabilidad y amor hacia tu mascota. Un pequeño descuido puede resultar en la denegación del embarque o, peor aún, en problemas de salud para tu perro. Por eso, vamos a desglosar cada uno de los puntos clave que debes tener en tu lista de verificación.

Restricciones de edad y estado de salud

No todos los perros están en condiciones de volar. Las aerolíneas imponen restricciones de edad y salud para minimizar los riesgos. Generalmente, la edad mínima para que un cachorro pueda viajar en avión es de 3 a 4 meses. ¿Por qué tan específico? Esta edad suele coincidir con el momento en que el cachorro ha completado su calendario de vacunación inicial, incluida la vacuna contra la rabia, que es obligatoria en la mayoría de los destinos. Un perro más joven tiene un sistema inmunológico inmaduro y es más susceptible al estrés y a las enfermedades.

Además de la edad, el estado de salud general es crucial. Tu perro debe estar en óptimas condiciones físicas. Esto significa:

  • Libre de enfermedades: No debe presentar síntomas de enfermedades infecciosas, parasitarias o de cualquier otra índole. Un veterinario debe certificarlo.
  • No estar convaleciente: Si tu perro se ha sometido recientemente a una cirugía o está en tratamiento por una condición médica grave, volar está totalmente desaconsejado. El estrés del viaje podría complicar su recuperación.
  • Hembras en gestación o lactancia: La mayoría de las aerolíneas prohíben el viaje de perras preñadas, especialmente en el último tercio de gestación, por el alto riesgo de parto prematuro inducido por el estrés. Tampoco se permite que viajen si están amamantando.
  • Perros de edad avanzada: Los perros mayores pueden tener condiciones subyacentes (cardíacas, respiratorias) que se agraven con los cambios de presión y el estrés del vuelo. Una evaluación veterinaria exhaustiva es indispensable.

Antes de tomar cualquier decisión, una visita al veterinario es el primer paso ineludible. Él será tu mejor aliado para determinar si viajar con tu perro en avión es una opción segura y responsable.

Especies permitidas: Perros y gatos

Aunque nuestra guía se centra en los perros, es bueno saber que los gatos son las otras mascotas comúnmente aceptadas en los vuelos comerciales. Sin embargo, cuando hablamos de perros, no todas las razas son bienvenidas, especialmente en la bodega del avión. La principal preocupación gira en torno a las razas braquicéfalas o de hocico chato.

Perros como los Pugs, Bulldogs (inglés y francés), Boxers, Shih Tzus, o Pequineses tienen una anatomía facial que les dificulta respirar con normalidad, incluso en tierra. A gran altitud, los cambios en la presión y la calidad del aire pueden provocarles un severo estrés respiratorio, conocido como síndrome de las vías respiratorias obstructivas de los braquicéfalos (BOAS), que puede ser fatal. Por esta razón, muchas aerolíneas prohíben directamente su transporte en la bodega. Algunas pueden permitirles viajar en cabina si cumplen con los requisitos de peso y tamaño, pero es una política que varía enormemente. ¡Siempre, siempre, confirma con la aerolínea específica si tu perro es de una de estas razas!

Además, algunas razas consideradas "peligrosas" o de gran tamaño, como Pit Bulls, Rottweilers o Mastines, pueden tener restricciones adicionales o requerir transportines reforzados. Es vital verificar tanto las políticas de la aerolínea como las leyes de importación del país de destino, ya que algunas naciones prohíben la entrada de ciertas razas.

Documentación y certificados veterinarios

Esta es la parte más burocrática, pero absolutamente esencial. Sin la documentación correcta, tu viaje con tu perro terminará antes de empezar. La documentación básica requerida por la mayoría de las aerolíneas y países es la siguiente:

  1. Microchip de identificación: Debe ser un microchip de 15 dígitos compatible con la norma ISO 11784/11785. Es el estándar internacional y puede ser leído por la mayoría de los escáneres en el mundo. El microchip debe ser implantado antes de la vacuna contra la rabia.
  2. Cartilla de vacunación actualizada: La vacuna más importante es la de la rabia. Debe estar vigente y haber sido administrada al menos 21-30 días antes del viaje, dependiendo del destino. También se recomiendan otras vacunas según el riesgo en la zona de destino.
  3. Certificado de Buena Salud: Este documento, emitido por un veterinario colegiado, certifica que el perro está sano y apto para viajar. Generalmente, debe ser expedido dentro de los 10 días anteriores al vuelo. Debe incluir los datos del perro, del propietario y la confirmación de su buen estado de salud.
  4. Certificado de exportación (si es internacional): Para viajes internacionales, muchos países requieren un certificado sanitario oficial emitido por la autoridad veterinaria del país de origen (por ejemplo, el CEXGAN en España, o un certificado avalado por el USDA APHIS en Estados Unidos).
  5. Pasaporte para Animales de Compañía de la UE: Si viajas dentro o hacia la Unión Europea, este pasaporte es el documento estandarizado que unifica la identificación (microchip), la vacunación antirrábica y otros tratamientos.

La regla de oro es: investiga los requisitos específicos del país de destino. Algunos países como Australia, Japón o el Reino Unido tienen reglas de importación extremadamente estrictas, que pueden incluir pruebas de sangre para titulación de anticuerpos de la rabia y periodos de cuarentena obligatoria. Contactar con el consulado o la embajada del país de destino es una medida prudente y necesaria.

Opciones de viaje: Cabina vs. bodega

Una vez que sabes que tu perro es apto para volar y tienes la documentación en orden, la siguiente gran decisión es: ¿viajará contigo en la cabina o en la bodega del avión? La elección dependerá principalmente del tamaño y peso de tu perro. Ambas opciones tienen sus propias reglas, ventajas y desventajas que debes sopesar cuidadosamente pensando en la seguridad y comodidad de tu mascota.

Viajar con tu mascota en la cabina del avión

Esta es, sin duda, la opción preferida por la mayoría de los dueños, ya que te permite tener a tu perro cerca durante todo el vuelo, reduciendo la ansiedad de ambos. Sin embargo, está reservada exclusivamente para perros pequeños.

Los requisitos generales para viajar con un perro en la cabina son:

  • Peso y tamaño: La mayoría de las aerolíneas establecen un límite de peso máximo que suele rondar los 8 a 10 kg (aproximadamente 17-22 libras). ¡Ojo! Este peso incluye tanto al perro como a su transportín.
  • El transportín (guacal): No sirve cualquier bolso. Debe ser un transportín homologado, flexible o semirrígido, con buena ventilación, base impermeable y cierres seguros. Sus dimensiones deben permitir que quepa cómodamente debajo del asiento delantero. Las medidas exactas varían por aerolínea, así que comprueba las especificaciones antes de comprar uno. Las medidas típicas son alrededor de 45 x 35 x 25 cm.
  • Comportamiento: El perro debe permanecer dentro del transportín, cerrado, durante todo el vuelo, desde el embarque hasta el desembarque. No puede sacar la cabeza ni, por supuesto, pasear por el pasillo. Debe estar tranquilo y no molestar a otros pasajeros.

El truco para un viaje exitoso en cabina es acostumbrar a tu perro al transportín semanas antes del vuelo. Haz que lo asocie con algo positivo: pon dentro sus juguetes favoritos, dale premios cuando entre voluntariamente y déjalo abierto en casa para que lo use como una cueva segura. Cuanto más cómodo se sienta en su transportín, más tranquilo estará durante el viaje.

Restricciones de asiento y ubicación

No puedes sentarte en cualquier sitio si llevas a tu perro en cabina. Las aerolíneas imponen restricciones por seguridad. Típicamente, no se permite viajar con mascotas en:

  • Filas de salida de emergencia: Estas filas deben permanecer despejadas para una posible evacuación.
  • Primera fila (bulkhead): A menudo, estos asientos no tienen un asiento delantero debajo del cual colocar el transportín.
  • Ciertas clases superiores: Como veremos más adelante, algunas configuraciones de asientos en Business o Primera Clase no son compatibles.

Normalmente se te asignará un asiento de ventanilla para minimizar las molestias en el pasillo. Además, las aerolíneas limitan el número total de mascotas permitidas en cabina por vuelo. Por eso es crucial que, al hacer tu reserva, notifiques inmediatamente a la aerolínea que vas a viajar con un perro en avión y pagues la tarifa correspondiente para asegurar su plaza. ¡No lo dejes para el último momento!

Condiciones para el transporte de perros en la bodega

Si tu perro supera el límite de peso para la cabina, la única opción es que viaje en la bodega de carga. Aunque suena preocupante, la bodega donde viajan los animales es un compartimento presurizado y con temperatura controlada, separado de la carga y el equipaje. No es el mismo ambiente helado y sin presión que se ve en las películas.

Las condiciones y requisitos son mucho más estrictos, siguiendo las regulaciones de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo):

  • El transportín (kennel): Debe ser rígido, de plástico resistente o fibra de vidrio, y estar aprobado por la IATA. Debe tener una puerta metálica con un sistema de cierre seguro que no pueda abrirse accidentalmente. Los tornillos que unen las dos mitades del transportín deben ser de metal (muchas aerolíneas ya no aceptan los de plástico).
  • Tamaño del transportín: El perro debe poder ponerse de pie sin que su cabeza toque el techo, darse la vuelta y tumbarse en una postura natural. Es mejor que sobre espacio a que falte.
  • Ventilación: Debe tener aberturas de ventilación en al menos tres de sus lados.
  • Etiquetado: El transportín debe estar claramente etiquetado con pegatinas de "Live Animal" (Animal Vivo), flechas que indiquen la posición correcta, tus datos de contacto y el nombre del perro.
  • Comida y agua: Debe tener recipientes para agua y comida que se puedan rellenar desde el exterior sin abrir la puerta. Es recomendable congelar el agua en el bebedero para que se derrita lentamente durante el viaje y no se derrame.

El proceso de facturación es diferente. Deberás presentar a tu perro en un mostrador especial de la aerolínea o en la terminal de carga varias horas antes del vuelo. Es un proceso estresante para el animal, ya que estará separado de ti mucho antes del despegue. Minimiza el estrés con un largo paseo antes de ir al aeropuerto y asegúrate de que el transportín es un lugar familiar y cómodo para él.

Prohibiciones y limitaciones a tener en cuenta

Incluso si cumples todos los requisitos, existen ciertas prohibiciones y limitaciones que pueden afectar tus planes de viajar con perro en avión. Conocerlas de antemano te evitará sorpresas desagradables en el aeropuerto. Estas restricciones pueden depender del tipo de avión, la clase en la que viajas o incluso la época del año.

Restricciones por clase de viaje y tipo de avión (Business Class, B787)

¿Pensabas que volar en Business Class te aseguraba poder llevar a tu perro en cabina? No necesariamente. Muchos de los modernos asientos de clase ejecutiva, especialmente los que se convierten en camas planas (lie-flat seats), tienen un diseño que no incluye el espacio de almacenamiento debajo del asiento delantero. Sin este espacio, no hay un lugar seguro y reglamentario para colocar el transportín. Por lo tanto, muchas aerolíneas prohíben las mascotas en cabina en sus clases Business o Primera más lujosas. Siempre verifica la política específica para la clase y el avión en el que planeas volar.

El tipo de avión también importa. Algunos aviones más pequeños o ciertos modelos específicos pueden tener limitaciones para el transporte de animales en la bodega por razones técnicas o de ventilación. Por ejemplo, algunas rutas operadas por ciertos modelos de Boeing (como el B787 Dreamliner en algunos casos) o Airbus pueden tener políticas específicas. Si tu perro viaja en bodega, la aerolínea te confirmará si el avión de tu ruta es apto.

Finalmente, existen los embargos por temperatura. Las aerolíneas responsables no transportarán animales en la bodega si la temperatura en el aeropuerto de origen, destino o tránsito es demasiado alta (generalmente por encima de 29.5°C / 85°F) o demasiado baja (por debajo de 7°C / 45°F). Esto es para proteger a los animales del riesgo de golpe de calor o hipotermia mientras esperan en la pista para ser cargados o descargados.

¿Se puede sedar a un perro para volar?

Esta es una de las preguntas más frecuentes y la respuesta de los expertos es un rotundo NO. La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) y la IATA desaconsejan enérgicamente la sedación o el uso de tranquilizantes en los animales que van a volar. ¿Cuál es la razón? Los sedantes deprimen el sistema nervioso central, lo que puede causar problemas respiratorios y cardiovasculares a gran altitud. Un perro sedado pierde su capacidad para regular su temperatura corporal y mantener el equilibrio, lo que aumenta el riesgo de lesiones si hay turbulencias.

En lugar de sedar, la recomendación es trabajar en la aclimatación y utilizar métodos de relajación naturales:

  • Aclimatación al transportín: Como ya mencionamos, es el paso más importante.
  • Feromonas sintéticas: Productos como Adaptil (disponibles en spray o collar) imitan las feromonas calmantes que emiten las madres lactantes y pueden ayudar a reducir la ansiedad.
  • Suplementos naturales: Consulta con tu veterinario sobre suplementos a base de L-teanina, triptófano o extractos de plantas con propiedades relajantes.
  • Medicación contra la ansiedad (no sedantes): En casos de ansiedad severa, un veterinario puede recetar medicamentos como la Trazodona o la Gabapentina. Estos fármacos reducen la ansiedad sin los peligrosos efectos secundarios de los sedantes. Siempre deben usarse bajo estricta supervisión veterinaria y probar la dosis antes del viaje.

Limitaciones por duración del vuelo

La duración del vuelo es un factor determinante. Para un perro en cabina, un vuelo de 12 horas significa 12 horas (o más, contando embarque y desembarque) encerrado en un espacio reducido sin poder hacer sus necesidades. Es un desafío considerable. Para un perro en bodega, la duración del estrés y la separación se prolonga.

Por este motivo, algunas aerolíneas establecen un límite máximo de duración del vuelo para el transporte de animales, que puede ser de 10 a 12 horas. Además, en rutas muy largas, es casi imposible encontrar vuelos directos. Las escalas añaden un nivel extra de complejidad y riesgo, especialmente para los animales en bodega, que tienen que ser descargados y vueltos a cargar. Si el viaje es extremadamente largo, quizás debas reconsiderar si es absolutamente necesario que tu perro vuele o buscar alternativas como el transporte especializado de mascotas, que aunque es más caro, gestiona toda la logística de forma profesional.

Para vuelos largos, intenta siempre que sean directos. Asegúrate de que tu perro haga sus necesidades justo antes de entrar al aeropuerto y limita su ingesta de comida y agua unas horas antes del vuelo para minimizar la necesidad de ir al baño a bordo.

Preguntas frecuentes

Aquí respondemos algunas de las dudas más comunes que surgen al planificar cómo viajar con un perro en avión, para que no te quede ninguna pregunta en el aire.

¿Cuál es la edad mínima para que un perro viaje en avión?

La edad mínima general es de 3 meses (12 semanas). Sin embargo, muchos destinos, especialmente en la Unión Europea o Estados Unidos, requieren que la vacuna de la rabia sea administrada a las 12 semanas y que pasen 21 días adicionales para que sea válida. Esto eleva la edad mínima efectiva a casi 4 meses. Siempre verifica las reglas de la aerolínea y del país de destino.

¿Puedo volar si mi perra está preñada?

No, no es recomendable y la mayoría de las aerolíneas lo prohíben. El estrés del vuelo, los cambios de presión y el manejo pueden inducir un parto prematuro o un aborto, poniendo en grave peligro la vida de la madre y los cachorros. Tampoco se permite el viaje de hembras que hayan parido recientemente y estén en periodo de lactancia.

¿Es recomendable sedar a mi perro antes del vuelo?

Absolutamente no. Organizaciones veterinarias y de transporte aéreo como la AVMA y la IATA lo desaconsejan firmemente. Los sedantes aumentan el riesgo de problemas respiratorios y cardíacos a gran altitud, afectan la capacidad del perro para regular su temperatura y mantener el equilibrio. Es mucho más seguro optar por alternativas como la aclimatación al transportín, el uso de feromonas calmantes o, si es necesario y bajo prescripción veterinaria, medicamentos específicos para la ansiedad que no tengan efectos sedantes peligrosos.

¿Todos los destinos aceptan el ingreso de mascotas por avión?

No, no todos. Cada país tiene su propia legislación sobre la importación de animales. Mientras que muchos países de Europa y América del Norte tienen procesos relativamente sencillos (basados en microchip, vacunas y certificado de salud), otros tienen reglas muy estrictas. Países libres de rabia como el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Japón o Hawái imponen requisitos adicionales, como análisis de sangre específicos y, en algunos casos, periodos de cuarentena obligatoria de varios días o semanas en instalaciones gubernamentales a tu llegada. Además, algunos países prohíben la entrada de ciertas razas de perros. Investigar las normas del país de destino es un paso fundamental e ineludible.

Planificar con antelación es la clave del éxito. Un viaje bien preparado puede ser una experiencia maravillosa para ambos. ¡Feliz vuelo!

Volar con tu perro no tiene por qué ser una fuente de estrés. Al final, todo se reduce a una buena planificación y a poner siempre por delante la seguridad y el bienestar de tu compañero. Piensa en el viaje desde su perspectiva: un entorno ruidoso, extraño y confinado. Tu trabajo como su dueño responsable es hacer que esa experiencia sea lo más tranquila y segura posible. Investiga, consulta a tu veterinario, prepara la documentación con tiempo y, sobre todo, acostumbra a tu perro a lo que le espera. Si has hecho todos los deberes, podrás sentarte en el avión con la tranquilidad de saber que tu mejor amigo está listo para la aventura que estáis a punto de empezar juntos. ¡Buen viaje a los dos!

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